EL PRESENTISMO LABORAL
Cuando hablamos de velar por la salud de los trabajadores, lo primero que se nos viene a la cabeza es evitar el absentismo por enfermedad. Es decir, realizar revisiones médicas, añadir un seguro médico en las condiciones del contrato…
Sin embargo, en la otra cara de la moneda tenemos una variable de la que se habla mucho menos: el presentismo laboral.
Si por absentismo entendemos no acudir a tu puesto de trabajo por estar enfermo, el presentismo es todo lo contrario: acudir aún estando enfermo.
Esto podría considerarse un signo de compromiso con la empresa, de dedicación, o incluso de pasión por tu trabajo, pero lo cierto es que se trata de todo lo contrario.
Cuando vamos a trabajar estando enfermos nuestro rendimiento y productividad bajan, y nuestro bienestar psicológico se ve muy perjudicado. Como resultado tenemos un cumplimiento de objetivos pobre y una acumulación de cansancio que repercute no solo en los días que vamos a trabajar en malas condiciones de salud, sino a largo plazo.
El presentismo puede desencadenar situaciones de burnout, desmotivación, ansiedad, depresión, falta de compromiso con la empresa y bajas médicas de larga duración en el futuro.
Llegados a este punto, ya tenemos claro que el presentismo laboral es una conducta de riesgo tanto para la persona como para la empresa. Pero entonces… ¿por qué se produce?
Los motivos del presentismo laboral podemos dividirlos en dos subtipos:
- Lo individual: la moral o la ética, la autoexigencia, el compromiso con la organización, el síndrome del impostor, el perfeccionismo, la baja autoestima, la incapacidad para poner límites o decir que no.
- Lo organizacional: miedo al despido, miedo a las represalias por parte de la organización, exceso de carga de trabajo, falta de comunicación intra-empresarial, situaciones de acoso laboral, o sesgos personales como no considerarse sustituible.
¿Cómo podemos evitar que se produzca?
En primer lugar, es importante fomentar un clima laboral donde la salud mental de los trabajadores sea una prioridad, no por encima del rendimiento sino como consecuencia directa del alto rendimiento.
La plantilla debe entender que forzarse o comprometerse a realizar tareas para las que no tienen suficiente energía, va a repercutir negativamente en la calidad de su trabajo. Las pérdidas impactarán en sus tareas, pero también en el trabajo del resto del equipo.
Es fundamental que los trabajadores entiendan que una empresa es un sistema y su actitud tiene una repercusión directa sobre todos los elementos que lo componen.
En segundo lugar, es fundamental promover la comunicación e impulsar a los trabajadores a expresar sus necesidades, problemas e incluso situaciones personales que pudieran repercutir en su trabajo.
Un clima laboral en el que las personas se sienten libres para hablar sobre todo aquello que impacta en el ejercicio de sus tareas es un clima en el que se puede resolver sobre la causa directa de muchos problemas que sería imposible resolver de otra forma.
Finalmente, es clave ofrecer a los trabajadores una cobertura adecuada de las bajas debidamente justificadas, así como evitar cargas de trabajo inasumibles. De esta forma se previenen las barreras organizacionales como el miedo al despido o a las represalias de las que hablábamos anteriormente.
Para terminar, una enseñanza de Taleb en El Cisne Negro:
Incentivar el autocuidado y la aceptación del cambio, es incentivar la vida.
Fuentes:
Presentismo laboral, ¿a qué nos referimos?
Presentismo laboral ¿Cómo lo puedes evitar en tu empresa?
